El 80% de los fallos en sistemas hidráulicos y de lubricación están ocasionados por la contaminación del aceite. Un aceite en condiciones óptimas garantiza el correcto funcionamiento del sistema. Además, el nivel de limpieza de los sistemas hidráulicos y su control tienen como consecuencia un ahorro sustancial en los costes productivos y de reparación, evitan paradas innecesarias y alargan los períodos entre mantenimientos.
En Grupo Cartés ofrecemos soluciones para todo el sistema hidráulico, desde el momento de aspiración inicial del fluido del tanque, pasando por el filtrado en la zona de presión y retorno hasta el ofrecido por el filtro de venteo o aireación y la filtración fuera de línea.
El tiempo de espera medio para la recepción de los resultados de un análisis del estado de los aceites de cualquier laboratorio es de más de un mes. Esto puede provocar la parada de la máquina durante todo este tiempo o que esta siga operando de manera ineficiente, dañando otras partes del sistema.
Disponemos del equipo de analítica necesario para medir el estado de los aceites en el mismo momento. Realizamos una medición y diagnóstico inmediatos y en el lugar donde se encuentra la máquina, sin envíos de pruebas, ni costes adicionales.
Nuestro objetivo consiste en ofrecer un servicio integral al profesional y acompañarlo hasta encontrar la mejor solución para realizar un mantenimiento adecuado y mejorar su eficiencia.
Nuestros ingenieros también realizarán una labor de interpretación de los datos de la medición in situ para así poder realizar una propuesta con la mejor solución a aplicar, dependiendo de los resultados del análisis del estado de los aceites.
No disponer de unos aceites limpios y en clase provoca errores y fallos en el sistema, que se traducen en paradas de la maquinaria o en averías derivadas de su contaminación o degradación.
Para evitarlo, instalamos un sistema de monitorización en línea que determine el estado real de los aceites en todo momento. Esto se traduce en:
– Optimización de los procesos.
– Menores costes operativos.
– Menos tiempo de inactividad.
– Reducción y anticipación a posibles averías.
– Mayor vida útil de los aceites y de la maquinaria.
Un aceite en clase garantiza el correcto funcionamiento del sistema. Además, el nivel de limpieza de los sistemas hidráulicos y su control tienen como consecuencia un ahorro sustancial de costes productivos, evitan paradas innecesarias e inesperados costes de reparación, y alargan los períodos entre mantenimientos.
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