Servicio de control microbiológico del aire ambiental por impactador en placas de Petri

Ahora más que nunca, debido al efecto que ha tenido la pandemia de la Covid-19 en la sociedad en general, la calidad del aire es un área de preocupación para empresas, organizaciones e instituciones, ya que afecta directamente a la salud pública. 

A nivel profesional, personal y de ocio, las personas pasan una gran parte del tiempo en espacios cerrados y los estudios realizados demuestran que el aire interior en algunos emplazamientos llega a estar hasta cinco veces más contaminado que el aire exterior.

La OMS recomienda evitar el contacto social y mantener las mínimas reuniones posibles, además de que, en todo caso, estas sean al aire libre. Sin embargo, hay aspectos en la vida de las personas donde se tienen contactos que no pueden hacerse en el exterior.

Para identificar y solucionar correctamente los problemas de calidad del aire en espacios cerrados son necesarias herramientas que no sólo lean el nivel de concentración de partículas (como pelo, polen o contaminantes sólidos de otra índole), sino que también aporten información microbiológica y bacteriana del aire ambiental, es decir, aquellas partículas -como virus, bacterias u hongos- que pueden afectar a la salud de las personas.

Como no siempre es posible realizar una ventilación natural efectiva en algunos espacios, se vuelve fundamental analizar la calidad del aire para valorar la presencia de microorganismos, así como un análisis de partículas. De esta manera, se podrá ofrecer un diagnóstico efectivo y proponer las soluciones más adecuadas de purificación y filtración del aire.

Medición microbacteriana del aire: Servicio de muestreo por impactación y cultivo microbiológico

En Grupo Cartés ofrecemos una analítica detallada de la calidad del aire a través del servicio de conteo de partículas y del estudio de la cantidad de microorganismos presentes en el ambiente. 

Para ello, nuestros técnicos usan un equipo de medición (impactador) que recoge muestras de aire en distintos puntos del interior de las unidades de tratamiento de aire (UTAs), sus conductos y las estancias interiores. El método de muestreo ambiental empleado hace que el volumen de aire impacte sobre una placa de Petri, que fija los microorganismos presentes para su posterior cultivo.

Dicho cultivo se llevará a cabo en laboratorio. Allí se realiza el proceso de incubación, en el que se somete la muestra a una temperatura de 35ºC durante 48 horas para determinar la presencia de bacterias. O bien, a 25ºC durante 3-5 días para encontrar la presencia de hongos. 

Transcurrido el periodo de incubación, se procede al conteo de las unidades formadoras de colonias (ufc) de hongos y bacterias para poder determinar los diferentes componentes microbianos que están presentes en el aire analizado. Los niveles que no se deben exceder son:  

  • Bacterias: 500 ufc/m3.
  • Hongos: 500 ufc/m3.
  • Total: 1.000 ufc/m3.

Después de realizar este cultivo, podemos diagnosticar de manera efectiva la calidad del aire ambiental en cuanto a la carga microbiana y proponer la mejor solución de filtración o purificación si los niveles no están dentro de los baremos de calidad aceptados. 

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