Servicio de detección y contaje de partículas: una solución global para garantizar la calidad del aire

Desde Grupo Cartés valoramos la fidelidad de nuestros clientes. Por eso, son el centro de nuestra compañía. Ellos son quienes nos demandan nuevas soluciones, precios más competitivos y productos de calidad.

Gracias al empeño por satisfacer sus necesidades, nuestros profesionales son reconocidos expertos en el desarrollo de nuevas soluciones tanto tecnológicas como no tecnológicas, que facilitan el trabajo diario de nuestros clientes.

La importancia de la calidad del aire

La Industria tiene que garantizar la calidad del aire en sus instalaciones ya que, no solo es un elemento importante para el correcto funcionamiento de sus procesos productivos, sino que también es fundamental para garantizar la salud de sus trabajadores y reducir el impacto de su actividad en el medio ambiente.

 

Así mismo, en el caso de hospitales, empresas o colegios, dicha calidad del aire es crítica en algunos casos y fundamental para la productividad y confort en otros.

Para cumplir con este requisito, las empresas deben tener una instalación de ventilación adecuada a los estándares para evitar que contaminantes como el polvo, partículas biológicas o compuestos orgánicos volátiles (COVs) deterioren la calidad del aire interior, especialmente de las partículas menores a 1 micra: las más peligrosas para la salud y los procesos industriales delicados, como los que se realizan en laboratorios, quirófanos o microelectrónica.

El aire contaminado contiene partículas de suciedad, polvo, aceite, gases y humedad que pueden influir negativamente la eficiencia de la maquinaria dentro de una industria. El equipo puede sufrir desgaste, corrosión, óxido y reducir su vida útil debido a esta problemática, repercutiendo en un importante encarecimiento por mantenimiento o reemplazo. 

Por otro lado, una mala calidad del aire provoca que el resultado final de los productos en fabricación se vea afectados. La humedad o los contaminantes de menor tamaño pueden arruinar lotes enteros, lo que implicaría la repetición de todo el proceso y un sobrecoste que puede suponer millones de euros.

Sin embargo, no solo la maquinaria y la producción de una industria pueden verse afectadas por corrientes de aire con mala calidad. Al inhalar aire contaminado, se incrementan los riesgos de que los empleados puedan sufrir enfermedades respiratorias o cardiovasculares. 

Además, una mala calidad del aire interior repercute en una mayor expulsión de partículas al exterior, contribuyendo negativamente al medio ambiente.

Nuestra solución: el servicio de detección y contaje de partículas

La calidad del aire se ha convertido en un tema de gran actualidad, sobre todo en lo que respecta a la salud pública.

La Agencia de Protección Ambiental de los EEUU (EPA) calcula que pasamos aproximadamente un 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados, y otros estudios indican que el aire interior en algunos emplazamientos comerciales llega a estar hasta cinco veces más contaminado que el aire exterior.

Las partículas contaminantes del aire proceden de diversas fuentes: desde pelo de animal o de personas, fibras de ropa, polen de plantas y bacterias en suspensión hasta fibra de vidrio, amianto y restos de combustión, entre otros.

La humedad y la temperatura influyen considerablemente en la generación de estos contaminantes. Para identificar y solucionar correctamente los problemas de calidad del aire, los técnicos necesitan una herramienta que no solo lea el nivel de concentración de partículas, sino que también aporte información sobre el entorno que genera el crecimiento de estos elementos contaminantes.

Cada localización tiene diferentes niveles de concentración de partículas aceptables, supeditadas sobre todo a cuestiones de salud, de eficiencia, confort (por ejemplo, casas, oficinas, cabinas de pintura) o contaminación (por ejemplo, hospitales, industria alimentaria o farmacéutica, salas blancas, etc.).

El mantenimiento de unos niveles de calidad del aire óptimos no solo puede reducir los costes relacionados con el tiempo de inactividad, sino que también reduce o elimina los gastos asociados a posibles reparaciones futuras.

Un estudio de la calidad del aire es el primer paso que hay que llevar a cabo en un programa de mantenimiento continuo o en respuesta a problemas potencialmente relacionados con la calidad del aire.

Grupo Cartés es la única empresa española que cuenta con esta solución referente a la detección de partículas en suspensión, que permite no solo mejorar la calidad de los procesos industriales, sino proteger la salud de las personas y una menor expulsión de residuos al medio ambiente.

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